Ramiro Marmolejo, ¡un defensor de la importancia de capacitarse para proteger el medio en el que vivimos! Él es nuestro personaje del mes. Ramiro proviene de la comunidad de Lajas Blancas, Comarca Emberá Wounaan, piensa que el avance de su comunidad se logrará a través de aprender y conocer: se capacitó con Cuerpo de Paz en temas técnicos y administrativos para luego unirse a la Junta Administradora de Acueducto Rural de Lajas Blancas, inicialmente de forma voluntaria. Cada tres días dedicaba su tiempo a limpiar los sedimentos de la toma de agua y a darle mantenimiento general a la reserva, las tuberías y llave de paso, la paciencia y entrega a este arduo trabajo era motivada por la convicción de querer encontrar soluciones a los problemas de su comunidad, “en la comarca no existía agua”, comenta Marmolejo.

Ramiro replica constantemente en su comunidad los conocimientos que va adquiriendo sobre flora y fauna, si bien la comarca tiene partes de área verde y una reserva de plantas medicinales, el Río Chucunaque que atraviesa Lajas Blancas está sufriendo de la deforestación por ganaderos que han devastado las orillas: “eso nos afecta a todos porque nosotros estamos a la orilla de ese río y tomamos de esa agua”; y expresa su profunda preocupación por el uso de herbicidas que terminan en el río luego de que crecen las quebradas: “eso es lo que estamos tomando”. Ramiro nos deja esta alerta roja sobre la situación del río que se repite en muchos lugares de Panamá y del mundo, y nos invita a tomar el aprendizaje como un hábito que podamos compartir y como el camino para encontrar soluciones.