Las principales amenazas para el jaguar son la pérdida de su hábitat debido a la deforestación de grandes áreas para cultivos y ganadería, la fragmentación de su espacio debido a infraestructuras que no poseen puentes y túneles para el paso de animales, los atropellos por exceso de velocidad en zonas de carretera, la cacería ilegal para la distribución de las pieles y la disminución de las presas naturales como el puerco de monte sumado al manejo inadecuado del ganado generando que el jaguar y otros felinos se alimenten de los animales en las fincas.

Todas estas amenazas nos indican que el mayor conflicto está entre humanos y jaguares: los felinos silvestres no tienen fronteras y se mueven por grandes extensiones de territorio encontrándose en su camino con fincas o asentamientos humanos. Por eso, necesariamente debemos trabajar en la convivencia con estos felinos, respetando y cuidando su hábitat porque en tanto cuidamos el hábitat del jaguar, garantizamos también la salud del ecosistema y la disponibilidad de recursos.

Para disminuir el conflicto, les dejamos aquí algunas medidas que pueden tomarse:

• Crear planes de manejo en las fincas con medidas anti depredación y medidas para manejo adecuado del ganado.
• Buscar alternativas en la finca para ahuyentar el jaguar: cuando el jaguar escucha ruidos, no se acerca. Por ejemplo, latas oxidadas, campanas al cuello de las vacas o latas con piedras colgadas de los corrales.
• Cercar los corrales desde abajo hasta arriba para que el jaguar no pueda meterse.
• Sacar seguros contra matanza de animales en las fincas a causa de felinos silvestres.

No dejar los animales libres en las noches, sobre todo cuando las casas están lejos de donde están los animales.

Foto: Eduardo Estrada, Fundación Yaguará Panamá