Prácticas en campo

Para empezar desde lo más básico, planificar implica hacer planes, pensar y organizar por adelantado lo que se va a realizar, evitar la improvisación; en este caso, aplicado a una finca. Pueden haber distintos y variados planes para una finca, por ejemplo: el mejorar la mitad de los árboles de la finca con buenos injertos, o bien plantar más árboles frutales en los cercos internos que sirvan de protección de los cultivos y alimento para los animales. Pero no importa cuál sea el plan, es importante que lo realice la familia productora de la finca.

Un plan de finca se realiza para garantizar el buen funcionamiento de una finca, para aprovechar sus potencialidades y mejorar la producción, para identificar y solucionar problemas presentados, para aprovechar los recursos disponibles y para contribuir a la conservación del medio ambiente. Es aplicable a fincas pequeñas, medianas y grandes e incluye la preparación y análisis de varios componentes como: información general de la finca, el diagnóstico de su situación actual, las limitaciones o problemas, las oportunidades, cómo se desea que esté la finca dentro de una determinada cantidad de tiempo, cuáles son las acciones a seguir para conseguir el resultado y el seguimiento de las acciones.

¿Por qué consideramos importante destacar esta técnica? Como PPD apoyamos la elaboración de estos planes a través de los proyectos, en especial cuando las fincas se encuentran cerca de tomas de agua, en zonas de amortiguamiento de áreas protegidas, corredores biológicos y áreas importantes para biodiversidad.