Quienes trabajan con el ambiente han entendido que no será posible conservar especies de plantas y animales clave para nuestros ecosistemas si no se trabaja de la mano de las comunidades, tanto en la creación de conocimiento nuevo como en la difusión de resultados. En manos de las comunidades y siendo trabajada, cuestionada y aplicada con ellas, los resultados científicos cobran valor para la conservación. Es aquí donde se presenta el gran desafío de cómo divulgar conocimiento científico sin tecnicismos y haciendo referencia a lo que las comunidades ya conocen e identifican en campo.

La ciencia se puede divulgar a través de periódicos, artículos periodísticos, publicaciones o redes virtuales, se puede apelar a la pedagogía ambiental trabajando con los sistemas educativos escolares o bien se puede abordar a través del arte. En el PPD, los mismos científicos involucrados en los proyectos han tomado la iniciativa de divulgar los conocimientos adquiridos en sus estudios porque han sabido que sólo a través del trabajo cercano con las comunidades se podrán proteger los recursos. La Fundación Naturaleza y Ciencia 507, por ejemplo, está logrando instalar en las comunidades la importancia de conservar los árboles de anidación de águila harpía y detener la frontera agrícola para conservar su hábitat. Se está haciendo a través de máscaras, títeres, pinturas y concursos de dibujo a lo interno de las comunidades, llevando a jóvenes estudiantes a campo para que desarrollen sus tesis y aporten a conservar esta especie paraguas y ave nacional. ¡Seguro quienes leen este boletín ya son #HarpyFans!